Qué debemos saber al viajar sobre enfermedades de transmisión sexual?

Preservativos para prevenir contagios

Viajes y Enfermedades de Transmisión Sexual: cuidemos nuestra Salud.
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y sus resultantes síndromes clínicos, son causadas por más de 25 organismos infecciosos .
La actividad sexual es el modo predominante de transmisión a través del contacto de la mucosa genital, anal u oral.
Las ETS se encuentran entre las infecciones más comunes.
Cada año se producen en todo el mundo unos 448 millones de infecciones. Algunas ETS pueden ser más frecuentes en los países en desarrollo e importadas a los países desarrollados por viajeros procedentes de dichos lugares.
Los viajeros internacionales están en riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual, incluido el VIH, si tienen contacto sexual en escenarios donde la prevalencia de enfermedades es alta.
La mayor promiscuidad sexual y las relaciones sexuales casuales tienden a ocurrir con mayor prevalencia durante los viajes al exterior.
Las mayores posibilidades de tener relaciones sexuales en
varios destinos como el Sudeste asiático, Sudamérica y Africa, atrae a muchos viajeros extranjeros. Los viajeros que tienen relaciones sexuales con los profesionales del sexo en zonas endémicas tienen altas tasas de enfermedades de transmisión sexual.
Se debe también evaluar los riesgos para los hombres que tienen sexo con hombres debido a las recientes mayores tasas de sífilis infecciosa, gonorrea resistente y linfogranuloma venéreo que se da en los viajeros.
Existen muchas infecciones asintomáticas (chlamydia, gonorrea), por lo que las pruebas de detección de esas infecciones, así como de sífilis y VIH, deben alentarse entre los viajeros que han estado expuestos a una ETS. Cualquier persona que desarrolle descarga vaginal, uretral o rectal, una erupción inexplicable o lesión genital, o bien dolor genital o pélvico, debe cesar la actividad sexual y buscar evaluación médica en forma inmediata.

La detección temprana y el tratamiento específico con la identificación del agente patógeno es la primera acción que debe tomarse.
Las enfermedades de transmisión sexual pueden producir complicaciones graves a largo plazo, como la enfermedad inflamatoria pélvica, infertilidad, mortinatalidad e infecciones neonatales, cáncer genital y un mayor riesgo de transmisión y adquisición de VIH.
Medidas preventivas para los viajeros:
La prevención y control de las ETS se basan en educación y asesoramiento. Mensajes bien específicos para evitar la adquisición o transmisión de las ETS deben ser parte de los consejos de salud dado a los viajeros.
La monogamia y la abstinencia mutua es la manera más confiable para evitar la adquisición y la transmisión de enfermedades de transmisión sexual.
Para personas cuyos comportamientos sexuales los colocan en situación de riesgo para las ETS, el uso del condón de látex masculino puede reducir el riesgo de infección por el VIH y algunas enfermedades de transmisión sexual como clamidia, gonorrea y tricomoniasis. La protección del tracto genital inferior podrían reducir el riesgo de la enfermedad inflamatoria pélvica en las mujeres. Los preservativos pueden proteger contra el virus-2 de herpes simple y sífilis, aunque los datos son limitados. Sólo los lubricantes basados en agua (como K-Y jalea o glicerina) deben utilizarse con condones de látex. Los lubricantes basados en aceite (como vaselina, aceite mineral o aceite de masaje) pueden debilitar los condones de látex.
Los espermicidas vaginales que contienen nonoxinol-9 no se recomiendan para la prevención del VIH/STD, ya que el nonoxinol-9 puede aumentar el riesgo de transmisión del VIH.
Los métodos anticonceptivos que no son barreras mecánicas no ofrecen protección contra el VIH u otras enfermedades de transmisión sexual.
También se hace necesario una evaluación rápida de las parejas sexuales para prevenir la reinfección y cortar la transmisión de muchas enfermedades de transmisión sexual.
La vacunación previa es uno de los métodos más eficaces para la prevención de algunas ETS. Dos vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH) están disponibles y con licencia para  niñas y mujeres de 9–26 años para prevenir precanceres cervicales y cáncer: la tetravalente VPH y la vacuna de VPH bivalente. La vacuna tetravalente también impide el desarollo de las verrugas genitales.
Se recomienda también la vacunación contra las hepatitis A y B  ya que estas infecciones pueden ser sexualmente transmisibles. Contra la hepatitis A se recomienda una vacuna para todos hombres no vacunados y sexualmente activos que tienen sexo con hombres o son usuarios de drogas inyectables.
La vacuna contra la hepatitis B se recomienda para todos los hombres no vacunados que tienen sexo con hombres, con personas con antecedentes de una enfermedad de transmisión sexual, personas que han tenido más de una pareja sexual en los últimos 6 meses y personas que utilizan o bien que tienen una pareja sexual que usa drogas inyectables.