Viaje para los Carnavales en Argentina.

Carnaval en Entre Ríos
Fiestas de Carnaval en Argentina:
Las fiestas de
Carnaval
están asociadas a la
participación
masiva, al colorido,
a la música y a la
alegría.
Son días de júbilo
compartido donde
se expresan
tradiciones y expresiones propias de cada comunidad.
Entre los carnavales más famosos del mundo hay que mencionar a los de Río de Janeiro
(Brasil), Venecia (Italia), Barranquilla en Colombia, Cádiz y Santa Cruz deTenerife en España,
Veracruz (México) y también a los de Bolivia y la República Dominicana.

Cada año millones de personas deciden emprender un viaje para asistir a las fiestas de carnaval.
En Argentina, las celebraciones de carnaval son variadas y particulares de cada región:
Corrientes:
En la ciudad de Corrientes, llamada "Capital Nacional del Carnaval", en
febrero se lleva a cabo una festividad similar a la de Brasil, con gran despliegue de
trajes, desfiles, imponentes carrozas alegóricas, bailes en las calles céntricas de la
ciudad y espectáculos en el Anfiteatro Municipal. Tales festejos se remontan al siglo XIX,
cuando la población negra de Corrientes homenajeaba a San Baltasar. Además de la capital provincial, la fiesta tiene relevancia
en las ciudades de Paso de los Libres, Santo Tomé, Goya, Esquina, Bella Vista,
San Roque y Empedrado.
Entre Ríos:
La costumbre de los festejos correntinos se trasladó a la vecina provincia de Entre Ríos,
donde se hizo popular en varias localidades como Victoria (denominada "Capital Provincial del
Carnaval"), Concordia, Concepción del Uruguay, Hasenkamp, Gualeguay, y Gualeguaychú.
Al igual que en Corrientes, las diferentes comparsas entrerrianas compiten entre sí para
obtener el triunfo. Un jurado especializado evalúa diferentes aspectos de cada una:
pertinencia del tema elegido, diseño e imagen, iluminación, vestuario, música y coreografía.
Jujuy:
A comienzos de febrero en diferentes localidades se comienza a entonar
las primeras coplas en los jueves de compadre y de comadre. Esto es para hombres
y mujeres, respectivamente, y con una semana de diferencia. Posteriormente y tras
las ofrendas a la Pachamama, con la participación de
Carnaval en el Norte Argentino
comparsas (con máscaras) y público (sin máscaras) tiene lugar el "desentierro"
del carnaval en un mojón regado con bebidas y al que se arrojan hojas de coca y
cigarrillos encendidos. Tal ritual en torno al diablo carnavalero se apoya en la creencia
de que el sol rojo fecunda a la Madre Tierra, dando origen a semillas, raíces, troncos,
follajes y frutos de la región. El festejo, encabezado por bastoneros que encarnan
al diablo, con máscaras y trajes coloridos, se acompaña con talco en el rostro,
hojas de albahaca en las orejas, serpentina, papel picado y bailes que congregan a
toda la comunidad. El Domingo de Tentación se vuelve a enterrar al diablo, que
permanecerá oculto un año. Los festejos más renombrados son los de la Quebrada
de Humahuaca, destacándose además en Tilcara la realización de Fortines (organizados
por familias tradicionales y en lugares cerrados).
Salta:
En el Valle Calchaquí después de las corridas y juegos con agua, los carnavaleros estilan
a reunirse para almorzar comidas apetitosas y generalmente abundantes.
Tras reparar fuerzas, se reinician los preparativos con el cambio de ropas mojadas y,
en alarde, se cambia el montado para lucir caballo fresco y brioso,
mientras se entrecruzan bromas e ironías. Luego comienza el baile que se
intercala con tiradas de harina, papel picado y el
contrapunto de coplas que alude a temas como el amor, el cortejo, la broma hacia
el otro, con intenciones eróticas picarescas. Los festejos provinciales más célebres
tienen lugar en Campo Quijano, San Carlos y San Antonio de los Cobres.
Ciudad de Buenos Aires:
La Murga en la Ciudad de Buenos Aires comenzó a celebrarse en el siglo XVII, en una
síntesis del legado español y la cultura africana aportada por los esclavos negros.
Originalmente organizado en casas particulares, se trasladó luego a clubes barriales.
Las primeras comparsas y corsos (con la posterior incorporación de carruajes alegóricos)
datan de fines del XIX. A partir de 1915 surgieron las murgas, más grotescas y
picarescas que las comparsas. En 1997 la legislatura porteña declara estos festejos
como Patrimonio Cultural de la ciudad, la que se convierte en la única jurisdicción con
feriados alusivos.
La Rioja:
"La chaya" (voz que deriva del quechua challay que significa: mojar o rociar) es una
fiesta ancestral y popular, muy ligada al carnaval, que tiene sus raíces en el mestizaje
indo–español que ya existía en la América precolombina.
La variante riojana reconoce como principal protagonista al pusllay o pujllay, muñeco
de trapo de tamaño natural con cabeza canosa. Esta criatura "nace" el sábado
anterior al carnaval y su entierro tiene lugar el domingo de cenizas.
Hoy la chaya se festeja durante el fin de semana cercano al 15 de febrero, con harina
y agua, regada con buen vino y aire perfumado de albahaca en todos los barrios donde
se realizan los tradicionales "topamientos" entre familias, presididos por el compadre y 
la cuma, bajo el reinado del pujllay. 
Tucumán:
En la localidad de Amaicha del Valle se realiza la Fiesta Nacional de la Pachamama en
el mes de febrero.
Se la hace coincidir con el carnaval y dura una semana. El último día se elige a la mujer
más anciana del lugar, quien recibe el nombre y el legado de La Pachamama, Madre Tierra.
La representará durante todo un año hasta la próxima celebración.  
Por lo que, en su próximo viaje, a tener presente los atractivos carnavales en las diferentes 
provincias argentinas